10/11/08

A esto me refería...

Precisamente lo que ha sucedido esta jornada es el tipo de situación a la que hacía referencia en mi comentario anterior.

Ganar la jornada o perderla, ha sido una simple cuestión de pasta. Si yo hubiese reducido menos mi apuesta (con 14 euritos más) ahora mismo estaría compartiendo victoria con Luisete y disfrutando de un positivo que me hubiera prácticamente sacado de estar en "negativo", amén de haberme acercado un poco más a los que tengo más a tiro.

Ya sé que de siempre, cuanta más pasta te dejas, más probabilidades de ganar, o por lo menos más apuestas cubres, esto es de cajón. Sin embargo, en este tipo de jornadas, teóricamente "fáciles", basta con limitarse a asegurar unos pocos fijos y no cagarla demasiado con los dobles. A partir de ahí, a cruzar los dedos para que entre la mejor reducción posible o bien, a "comprar" una mejor reducción a base de pasta.

En el pasado, con las apuestas directas, había que meditarse muy mucho el poner un doble más, puesto que en el fondo seguían existiendo 8 ó 9 partidos jugados al "directo" en los que había que afinar la apuesta (y que al final, determinaban el éxito o fracaso de la jornada). Además, subir un doble costaba mucho dinero (y de hecho el coste era exponencial), con lo que había una "barrera psicológica" que cada uno tenía marcada entre los 8 y los 16 euros y que costaba mucho superar (salvo situaciones especiales). La barrera psicológica, seguro que sigue existiendo, pero ahora la situación es distinta: Por un poco más de pasta, me aseguro un acierto más (en el fondo es como jugarse un triple, pero mucho más barato, gracias a las bondades de la estadística).

Insisto, todas estas reflexiones nos llevan a... ningún sitio. Me limito a pensar en voz alta, a ver si dándole vueltas, consigo pillarle el tranquillo al nuevo sistema, que los demás ya habéis cogido y que sin duda, nos está reportando más rentas que en el pasado, pero a mí me va a costar acoquinar mi segunda cena, como no me espabile.

2 comentarios:

Javier dijo...

Manolo:
- si el Getafe hubiera empatado, tu hubieras tenido 11.
- Si el Sevilla hubiera empatado, tu hubieras tenido 11.

- Etc, etc...

De hecho, Andrés y yo hemos jugado más del doble que el Barda con los mismos resultados.

Por lo que reducirlo a que es una cuestión de pasta me parece incorrecto, de verdad.
Es obvio que más pasta son más apuestas (¿recordais quien quiso meter un tope por arriba en la cena?) pero no necesariamente más aciertos.

La jornada ha sido muy sencilla, por lo que Luis, que redujo poco para asegurar, incrementó su posibilidades.

Nada más, nada menos.

Insisto, un empate del Geta (al que por cierto le robaron el partido escandalosamente, pese a lo engañoso del resultado final) nos hubiera dado a tí y a mí el 11.

Incluso usando las reducciones, la pregunta que hay que hacerse es, ¿será una quiniela fácil? ¿que sistema es el mejor para esta quiniela?

Por poner un ejemplo, para esta jornada siguiente, la de Copa, mi reducción favorita, 9 triples a 13,50, no vale. Y habrá que hilarse fino, muy fino.


PD: En paralelo, me alegra que se confirme empiricamente la bondad de las reducciones.

PD: La de 32 euros que por error eché como peña, 32 euros, jugando 12 triples, ha sacado 1 de 10.

Manolo Quesada dijo...

Ya ya, obviamente no todo es cuestión de pasta. Históricamente nunca ha sido así y tampoco es que crea que ahora, con las reducciones sólo importe la pasta. Sólo digo que en la jornadas "fáciles" en las que se cumplen los fijos que todos hemos puesto, ya es cuestión de que entre la reducción correspondiente (sea de 8 dobles al 11 o de 9 triples al 10 o lo que sea) y que ahí, el retorno de la inversión, es mayor que en el método directo (en el que un simple doble más tampoco aseguraba tanto), es pura matemática.

De hecho, en el fondo con tu comentario: "La jornada ha sido muy sencilla, por lo que Luis, que redujo poco para asegurar, incrementó su posibilidades" me da la razón.

Está claro que sigue existiendo un importante componente de "azar" y también es cierto que influye la famosa calidad apostadora. A eso hay que añadirle ahora el saber "leer" la jornada, para usar la técnica de reducción más apropiada, cosa que yo no estoy sabiendo hacer. Y eso quiero que quede claro, por mucho que me queje, no digo que esté perdiendo por no dejarme la pasta, está claro que soy torpe y ya está, esa es la principal razón. Pero es que me he quedado ya tantas veces esta temporada a las puertas de pillar que me da rabia (6 jornadas con 9 aciertos, dos jornadas con 10 y sin cobrar y una más con 11 aciertos, que sólo me reportó un punto). Chico, que quieres que te diga, pero no puedo evitar pensar que con 8-10 euritos más cada una de esas semanas, a día de hoy mi posición sería muy diferente.
Ahora bien y vuelvo al comienzo de mi reflexión, por lo que todo esto salió: me habría dejado 100 euros más, prorrateando al resto de la temporada... me acabaría pagando la cena "a plazos".

Y eso es, en el fondo, lo que me come la olla.